martes, 18 de septiembre de 2012

Emprender. ¿La gallina de los huevos de oro?

Apuesto a que nunca ha sido sencillo. Sacar adelante una idea, un propósito, cuesta. Mucho. Tal vez a unos más que otros. Ganas, sobran. Ilusión a raudales que en ocasiones entristece al ver la única realidad que hoy por hoy prevalece por encima de todas: la económica. Seguro que muchos de vosotros os encontraréis en esta situación. Ilusionantes proyectos que lanzar y muchas trabas que sortear. Y es que emprender resulta caro, aunque nos lo quieran vender (con perdón) como una panacea. 

Una panacea que en ocasiones duele. Como dije antes, y matizo, SOMOS muchos los que estamos dispuestos a arriesgarnos por nuestros proyectos y poner "toda la carne en el asador". Si el primer obstáculo suele ser de cariz económico, con los distintos "cierres de grifos" que ha llevado a cabo el Gobierno con los ya resabidos #recortes, la brecha se ha abierto y si pensabas que a la hora de emprender el dinero no importa, agárrate los machos y ve planteándote la opción aval, a no ser que dispongas de unos ahorrillos y puedas tirar de ellos.

Sin lugar a dudas, la parte con la que más podemos sufrir (y reír, dicho sea de paso) es con la más administrativa del proceso: "el papeleo". Información, asesoramiento, altas. bajas, modelos, registros... Nos toparemos con trabajadores de la Administración que carecen de la info que solicitamos y que no tienen ni pajolera idea de lo que solicitamos. Para flipar.

Pero no tengáis miedo, desde el Gobierno están convencidos de que los emprendedores ayudarán al país a salir de la crisis, así que tarde o temprano nos lo pondrán relativamente fácil para poder, al fin llevar a cabo nuestros proyectos "como Dios manda". Ah, sí! ¿Que aún esperamos una Ley de Emprendedores? Tal vez debamos esperar sentados.

Hace poco, entre cervezas, le mostraba a @verescreer mi preocupación por no disponer de cierto capital para acometer ciertas tareas que el proyecto en si requiere. Su consejo fue mayúsculo y de distracción. "Olvídate de eso"; ingenio y dedicación. No podemos esperar y supeditarlo todo al €uro y la Prima de no se quién. Hay que moverse, más que nunca la oportunidad está ahí fuera...
Más o menos así están las cosas, no os he contado nada nuevo. Nada que tal vez mañana recordéis, ni nada digno de mención en el café de la mañana. Pero tened en cuenta una cosa. El simple hecho de emprender, logremos el objetivo último o no, ya merece la pena. esa incertidumbre que todo lo rodea... Ponte la máscara, agárrala y no la sueltes. Es tu gallina de los huevos de oro.

Colofón: anoche, justo antes de terminar de escribir estas líneas y mientras jugaba una partida de #Apalabrados, me topé con este artículo de @ElPaís que no puede ser más acertado. Casualidad, lo llaman...

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